1° Congreso Internacional"Convergencias Científicas para un Futuro Compartido"
El 29 y 30 de mayo, la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC) inaugurará sus jornadas académicas mediante el 1º Congreso Internacional «Convergencias Científicas para un Futuro Compartido», un evento que congregará en Caracas a más de quinientos estudiantes y a investigadoras e investigadores provenientes de China, Rusia, Vietnam, Cuba y Serbia, junto a la comunidad científica venezolana. Esta cita da inicio a la vida universitaria de la UNC con la convicción de que la fraternidad intelectual entre países del Sur Global -y sus aliados estratégicos- es condición sine qua non para diseñar un porvenir soberano, justo y sostenible.
Las naciones participantes han experimentado, evidenciado o compartido desafíos estructurales que incluyen, en mayor o menor medida, brechas en el acceso al conocimiento, dependencia tecnológica, vulnerabilidad ambiental y fragmentación de sus sistemas de innovación. En el contexto de las tensiones actuales, disciplinas como la electromedicina, los biomateriales, la robótica y la automatización, la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la física nuclear, la biotecnología, la ciencia de datos, la ciencia molecular, la oceanología, la nanotecnología y la biología y química computacional constituyen el núcleo de la frontera científico-tecnológica global. Simultáneamente, estas disciplinas no solo representan oportunidades estratégicas para catalizar el desarrollo integral de nuestras sociedades, sino que también fomentan la innovación y el progreso en diversos campos.
Un ejemplo notable en el que la UNC se erige como un anticipado referente se encuentra en el desarrollo de la electromedicina, reconocida por la Organización Mundial de la Salud como un área de vital importancia para la ampliación de la cobertura sanitaria en regiones con infraestructuras desprovistas de una capacidad óptima. Esta relevancia se acentúa cuando los índices de acceso a servicios especializados continúan declinando en América Latina, donde la CEPAL advierte que uno de cada tres habitantes carece de atención médica regular. En este sentido, la investigación conjunta en biomateriales no solo facilitará la producción local de prótesis y la regeneración tisular, sino que también reducirá los costos y dinamizará las industrias intensivas en conocimiento.
La robótica y la automatización, comúnmente asociadas con la pérdida de empleos, requieren una revisión crítica desde la perspectiva de las capacidades nacionales. Como señala Mariana Mazzucato, la innovación público-orientada tiene el potencial de corregir las deficiencias del mercado y transformar los avances tecnológicos en beneficios sociales. La UNC asume este mandato mediante la integración de los desarrollos de China y Vietnam en manufactura avanzada con la experiencia venezolana en reconversión productiva, con el propósito de garantizar que la automatización se traduzca en la generación de empleos de mayor calidad y no en la proliferación de nuevas formas de exclusión.
En paralelo, la inteligencia artificial y la ciberseguridad representan dos caras de la misma moneda: el poder de los datos. La Unesco ha advertido que el desequilibrio en el acceso a datos masivos y algoritmos consolida nuevas formas de dependencia. Por tanto, construir soberanía algorítmica es una tarea urgente, para lo que es necesario crear las capacidades locales en ciencia de datos, infraestructura computacional, gobernanza digital y normativas éticas que aseguren la protección de los derechos ciudadanos. El avance en física nuclear, por ejemplo, está vinculado tanto con la generación de energía limpia como con la medicina, y debe abordarse desde una perspectiva de paz, cooperación internacional y usos exclusivamente civiles, como lo consagra el Tratado de Tlatelolco, del que América Latina ha sido pionera.
En concordancia con lo anteriormente mencionado, la biotecnología y la ciencia molecular proporcionan soluciones inmediatas a problemáticas relacionadas con la seguridad alimentaria, la farmacología y la gestión de recursos naturales. La convergencia de la biología y la química computacional ha democratizado la investigación de vanguardia al facilitar la simulación in silico de procesos biológicos complejos, eliminando la necesidad de laboratorios costosos. Cuando esos avances convergen con la nanotecnología —capaz de manipular la materia a escala atómica— emergen innovaciones disruptivas en sensores, tratamiento de agua y almacenamiento de energía. Entretanto, la oceanología cobra relevancia estratégica para Venezuela, Cuba y Vietnam, naciones costeras que enfrentan con crudeza los impactos del cambio climático: investigar corrientes, biodiversidad y su vínculo con los ciclos climáticos resulta imprescindible para proteger a millones de personas que dependen del mar.
La articulación de este conjunto de saberes requiere de una perspectiva sistémica. La acumulación de saberes por sí sola resulta insuficiente; es imperativo integrarlos en políticas de financiamiento estratégico, cooperación horizontal y apropiación social del conocimiento. Como señala la investigadora mexicana Gabriela Dutrénit, el gran desafío radica en superar la fragmentación de los sistemas de innovación y vincular la generación de conocimiento con las necesidades reales de la población. Esta situación requiere una inversión pública sostenida, la implementación de marcos jurídicos renovados y una reforma educativa que empodere a la juventud científica del Sur Global, no como consumidora de tecnologías foráneas, sino como creadora de conocimiento situado y útil.
Con este congreso, la UNC declara su vocación de conexión entre saberes y pueblos. Apostar por las disciplinas aquí reunidas es, en última instancia, apostar por que la ciencia deje de ser un privilegio de unos pocos y se convierta en herramienta colectiva para hacer frente a las urgencias compartidas. Damos la bienvenida a este diálogo de convergencias: juntos forjaremos el futuro que demanda nuestro tiempo.